martes, 27 de diciembre de 2011

LOS VIOLADORES (Mad Foxes) de Paul Grau (1981)


Hoy visita El Rincón Psicotrónico una joya del cine bizarro y bestia que tanto furor causaba en la Europa de finales de los 70, con la curiosidad añadida de tratarse de una co-producción hispanosuiza. Si señores, en un ejercicio casi de autodestrucción nacional el país de la neutralidad y los relojes molones decidió inmolarse culturalmente arrimando el hombro con esa nueva potencia cinematográfica como era la España de la transición, siempre inquieta por deconstruir y llevar a nuevos límites de transgresión formal todo lo que tuviera que ver con tetas y kinkis. 

Hal va a pagar caro su pasión por el sexo barely-legal

domingo, 25 de diciembre de 2011

AULLIDOS


El frío viento danzaba furibundo arrastrando en su colérico frenesí a los raquíticos árboles de la estepa; la escena recordaba a algún horror primigenio, hundido en los oscuros recovecos de la infancia humana, cuando la vida era indefensión y miedo. Los lobos unían gustosos sus aullidos a la letanía, cual cantos de sirena anunciando el final de los marinos, el abrazo gélido de la muerte, el violento y brutal regreso al abotargado vientre de la madre Naturaleza. Ni siquiera el Sol osaba interrumpir con su presencia la macabra danza, y como niño atemorizado se escondía tras las grises nubes, asomando de vez en cuando sin poder resistirse a mirar. Aquel era el teatro de los elementos, y se representaba un gran drama, el de los estúpidos hombres que habían llevado la muerte atroz a la inmensidad siberiana, la muerte estúpida, antinatural, del egoísmo y la ignorancia. 


miércoles, 21 de diciembre de 2011

Y, EL ÚLTIMO HOMBRE de Brian K.Vaughan


En 2002 una serie irrumpió con fuerza revitalizadora en la línea Vértigo a cargo de un insultantemente joven norteamericano recién salido de la facultad, de nombre Brian K. Vaughan. Antes del éxito en Marvel Comics con sus Runaways y de forrarse como guionista de la serie Lost, nuestro geniecillo demostró su talento en un trabajo cuya premisa no podía ser más atrayente: un mundo en el que una misteriosa plaga acaba con todo bicho viviente que tenga el cromosoma Y en sus genes. Esto es, que en un abrir y cerrar de ojos todos los machos del reino animal se van a tomar por el culo, con la excepción de un adolescente aficionado al escapismo y su mono. Yorick, como así se llama nuestro protagonista, tiene que lidiar con una sociedad femenina que intenta sobreponerse a la hecatombe (la pérdida de la gran mayoría de ingenieros, técnicos, obreros especializados...) y que tiene para él toda una serie de planes (desde encadenarlo como macho reproductor a cargárselo) menos el que le mueve lo largo de la serie: ir a Australia a reunirse con su novia, que se encuentra allí como estudiante de intercambio. Para desarrollar tan curiosa historia Vaughan reclutó a la desconocida dibujante Pia Guerra, que a pesar de no ser un talento desbordante encajaba perfectamente en la serie con un estilo clásico y detallista. A lo largo de los 60 números que duraba la misma, Y, el último hombre consiguió una gran popularidad (no exenta de polémica) y se granjeó numerosos premios, entre ellos los Eisner a mejor serie y mejor guionista.



lunes, 12 de diciembre de 2011

Charla con Dios



-Hola, Dios. 

-Hola hereje infecto, hijo de mil rameras sifilíticas. 

Le miré agradablemente sorprendido. Pelo engominado, rostro bello, tanto que era inerte, estéril. Lucía una sonrisa amplia, cómo si le hubiera ganado toda la droga a Satán en una partida de póker. Tejanos rotos, y una camiseta con el slogan "Del deporte se puede salir". Llevaba unas sandalias de cuero marrón, que fue lo primero que vi cuando se acercó. Se sentó a mi lado en el bordillo de la acera, frente al bar. 


viernes, 9 de diciembre de 2011

THE CARRIER (La Niebla Asesina) - 1988, por Nathan J.White


Hoy tengo el placer de presentaros un nuevo espacio que hará las delicias de todo amante del cine cutrongo, casposo, radioactivo y, en definitiva, sublime. Se trata de El Rincón Psicotrónico, un refugio donde dar cabida a todos esos films denostados por la industria y el gran público debido a su carácter visionario, ajeno a los convencionalismos formales y que demostraron, y demuestran, que la mierda es un manjar superior al caviar, y mucho más divertido. Con un catálogo seleccionado por ese morador del inframundo cinéfilo llamado Elfo_Rense (uno de los organizadores de la muestra Cine de Alcantarilla) y los comentarios de un inútil servidor, espero que El Rincón Psicotrónico os brinde momentos de introspección sesuda y reflexiones trascendentales, aunque lo más probable sea que dilapidéis todo este esfuerzo en noches de risas, porros y colegas. Que nos conocemos, degenerados. En todo caso, bienvenidos seáis a nuestro mohoso rincón de perversión!



Difícil papeleta he tenido con esta película de Nathan J. White (su único film, ahí lo dejo...), pues aún ahora sigo intentando dilucidar mis sentimientos hacia ella. ¿Es una inmundicia sin sentido? ¿O una fina reflexión sobre el comportamiento del ser humano en situaciones extremas? Lo más probable es que ambas, pues aunque su planteamiento es completamente válido, la forma en que se despliega es cuanto menos hilarante. Pongámonos en contexto:

miércoles, 7 de diciembre de 2011

DESPERTAR


Lentamente, como algo oscuro e insondable que se despereza tras años de letargo, verdosas extremidades tantean las paredes rocosas de la caverna, y en su noche sonidos de succión, como una cadente letanía, rompen el silencio de millones de años, la tranquilidad de un universo en miniatura. Aún estando a decenas de metros de la superficie, los grotescos brazos emiten algo parecido a un siseo acompañado de fétidas supuraciones; sienten el sol esperando para abrasar su preciosa putrefacción, su decadente belleza cultivada en las entrañas de la tierra, en el abotargado vientre de la Naturaleza, donde todo es ceguera, calor, y el rítmico latir de la piedra. La orgullosa superficie alardea de su color y su patética explosión de vida, pero en el esquema general de las cosas sólo es un frágil manto que con un soplo puede desaparecer. Allá abajo, en contra, se encuentra el poder de millones de años, la paz, el protector abrazo de las tinieblas. En eso piensa la oscura mente mientras asciende por la limosa y escurridiza piedra, de nuevo con un cometido sagrado que realizar; excrecencias rocosas unidas a raíces fosilizadas se rompen y retuercen en lo que parece una extraña imitación de sonrisa humana. No es para menos, tras eras de letargo, Madre le ha insuflado vida otra vez, con la única misión de robársela a todo lo demás. 


jueves, 1 de diciembre de 2011

FUGAZI - Instrument (1999)



Links de descarga en comentarios


Continuamos con los documentales sobre música, y hoy toca uno muy especial, tanto por la factura del mismo como por la banda a la que está dedicado. Porque si algo se puede decir de un grupo como Fugazi es que, ante todo, son diferentes. Únicos en un planteamiento musical libre de cualquier corsé o atadura estilística, y diferentes por una filosofía respecto a su trabajo creativo y su relación con la industria (su no relación, de hecho) que les aleja de cualquier otra formación del planeta. Y es que no sólo hablamos de una de las bandas esenciales dentro de la historia del rock (más allá incluso del mérito de haber creado todo un género, el post-hardcore), sino de un discurso íntegro y coherente que demostró con los hechos y un éxito abrumador que era posible triunfar sin contar con ningún intermediario de la industria musical. Desde su propio sello Dischord, manteniendo férreamente los precios de CD's y conciertos en unos niveles asequibles para el público, negándose a comercializar merchandising y rechazando dar entrevistas en grandes medios, Fugazi se convirtió en sinónimo de ética dentro de un negocio lleno de estrellas, acomodados y parásitos. Mientras se mantenían firmes en su propósito de ser los únicos dueños de su música, tuvieron tiempo de dejarnos por el camino una discografía única, inimitable, y en la que brillan obras maestras como Repeater (1990) o In On The Kill Taker (1993). Una historia de convicción, valentía y principios que continúa a día de hoy y que el documental a cargo de Jem Cohen tan bien retrató.

Jem Cohen

Eso sí, el que espere un bello documental clásico con un hilo temporal claro, momentos de emotividad y fragmentos de rebeldía pueril, que se vea Pearl Jam Twenty, que de eso tendrá rato largo. Un documental sobre Fugazi no podía ser algo así, debía ser diferente. Para ello el cuarteto de Washington llamó a su amigo Jem Cohen, reputado cineasta independiente autor de maravillas como Chain (2004), Lost Book Found (1996) o Buried In Light (1993). Amante de la música y en concreto de la filosofía DIY del punk, son probablemente sus trabajos en ese campo los que le han otorgado mayor notoriedad. De esta pasión nacen sus documentales Benjamin Smoke (sobre el cantante de la banda Smoke), el corto Lucky Three (centrado en los últimos años del genial y malogrado Elliot Smith) o el galardonado directo que filmó de The Ex.


Instrument recoge diez años de grabaciones (1988-1998) junto a Fugazi, tanto de directo como en la intimidad el cuarteto. Saltándose los convencionalismos y clichés del rock, Cohen se apoya en su habitual fórmula fragmentaria que sin seguir ningún hilo argumental claro refleja como nadie el verdadero espíritu y filosofía de una de las bandas más especiales que nos haya dado la música. Con ese estilo onírico, visual e hipnótico que tan bien maneja el neoyorquino, nos adentramos sin necesidad de palabras en la verdadera alma del cuarteto, en esos directos de set-lists improvisados y electrificantes, en esos enfrentamientos con los amantes del mosh o en las mágicas sesiones de grabación. Muy significativas también son las imágenes del público, que traslucen el respeto de banda y director por unos fans a los que tienen en cuenta como individuos y no como una masa sin rostro, anónima más allá de su presencia en los conciertos. Y cuando la cámara penetra en la intimidad del grupo no vemos dilemas existenciales, dramatismos ni épicas, sino a cuatro tíos representando lo que debería ser un artista. Pura creatividad, un discurso político demoledormente bien articulado y amor hacia la música en estado puro, sin adulterar por la industria. Eso son Fugazi, nada más y nada menos, pero siempre diferentes. 

Fugazi y Jem Cohen

Nota: la descarga contiene una carpeta con el documental y el archivo de subtítulos. Para reproducirlo basta con pinchar la carpeta y darle a reproducir. Los subtitulos son reconocidos e incorporados automáticamente (si no es así, los programas suelen dar la opción de buscar el archivo manualmente) por la mayoría de reproductores, pero recomiendo VLC ya que en mi opinión es el mejor de los que hay actualmente.

DEDICADO A ABBATH!!!